Todo comienza un día cualquiera, donde unos amigos salieron de vacaciones al campo “Las Praderas”. Juan, Diego y Pablo fueron a las casas de hospedaje, donde se quedarían durante dos meses.
El valor del arriendo de la casa no era tan barato, pero se había preparado todo el año. Donde José Enríquez que era el dueño de la casa, les dijo que tuvieran mucho cuidado, ya que, la dueña de “Las Praderas” se había muerto hace mucho tiempo, y ella, antes de morir dijo: “Si alguien se mete a Las Praderas morirá por mis propias manos”. Entonces don José le advirtió a los tres muchachos, que no se metieran en las tres praderas. Los jóvenes se largaron a reír y le hicieron burlas a don Enríquez.
Juan tenía 17 años y era el menor de los amigos, sólo le quedaba un año ara salir de la enseñanza media; en cambio, Diego tenía 22 y sólo llegó asta octavo, porque no le gustaba estudiar. Pablo estaba en la Universidad, le quedaban dos años para salir titulado de Psicología.
Los tres amigos sin hacer caso a don José fueron a Las Praderas. No leyeron el letrero que decía: “Advertencia: No acercarse”. Al llegar a la casa de la reciente difunta, escucharon gritos de auxilio, al oírlos salieron corriendo.
Los jóvenes al retornar al hospedaje, no encontraron al dueño de casa, ni tampoco a alguno de los residentes. Al pasar algunas horas llega don Enríquez con todos los clientes, y les dice a los jóvenes: “Les dije que no se metieran a las Praderas, y su castigo será la muerte”. Ellos con mucho terror salieron arrancando al auto y se fueron de ese lugar. A la mitad del camino tuvieron un accidente que produjo la explosión del vehículo y por consiguiente la muerte de los jóvenes.
Esto pasó en la vida real, el 21 de agosto de 2001 y dicen que si tú vas a las Praderas ese día podrás ver a los tres amigos, los clientes, don Enríquez y la dueña de las Praderas.
FIN
El valor del arriendo de la casa no era tan barato, pero se había preparado todo el año. Donde José Enríquez que era el dueño de la casa, les dijo que tuvieran mucho cuidado, ya que, la dueña de “Las Praderas” se había muerto hace mucho tiempo, y ella, antes de morir dijo: “Si alguien se mete a Las Praderas morirá por mis propias manos”. Entonces don José le advirtió a los tres muchachos, que no se metieran en las tres praderas. Los jóvenes se largaron a reír y le hicieron burlas a don Enríquez.
Juan tenía 17 años y era el menor de los amigos, sólo le quedaba un año ara salir de la enseñanza media; en cambio, Diego tenía 22 y sólo llegó asta octavo, porque no le gustaba estudiar. Pablo estaba en la Universidad, le quedaban dos años para salir titulado de Psicología.
Los tres amigos sin hacer caso a don José fueron a Las Praderas. No leyeron el letrero que decía: “Advertencia: No acercarse”. Al llegar a la casa de la reciente difunta, escucharon gritos de auxilio, al oírlos salieron corriendo.
Los jóvenes al retornar al hospedaje, no encontraron al dueño de casa, ni tampoco a alguno de los residentes. Al pasar algunas horas llega don Enríquez con todos los clientes, y les dice a los jóvenes: “Les dije que no se metieran a las Praderas, y su castigo será la muerte”. Ellos con mucho terror salieron arrancando al auto y se fueron de ese lugar. A la mitad del camino tuvieron un accidente que produjo la explosión del vehículo y por consiguiente la muerte de los jóvenes.
Esto pasó en la vida real, el 21 de agosto de 2001 y dicen que si tú vas a las Praderas ese día podrás ver a los tres amigos, los clientes, don Enríquez y la dueña de las Praderas.
FIN
Brian Miranda
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