lunes, 17 de diciembre de 2007

Felicitaciones Luchito!!! Algo me contó mi abuelito





Luis Ramírez Araya, alumno del primer año C del Liceo y miembro activo de nuestro taller literario "INVISIBLE", obtuvo el primer lugar regional en el concurso de cuentos "Me lo contó mi abuelito" organizado por el Ministerio de Agricultura, FUCOA y MINEDUC.




Una bicicleta, un diploma de honor y una antología con todos los textos galardonados, lo esperaban en la Secretaría Ministerial de Agricultura, donde llegó acompañado por su profesor Luis Vega. Fue la propia Seremi, María Inés Csori, quien tras un fuerte abrazo entregó dichos premios.




Un fuerte abrazo Luis, recibe las felicitaciones de tu Liceo Yobilo A - 82.







nota: Luis es el primero a la derecha. El más bueno para reír.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Liceo Yobilo A - 82 y "Leer para Crecer" VII Encuentro de Escritores y Poetas Coronel - Lota 2007




La Fundación Cepas, el Pabellón 83, en comunión con la Ilustre Municipalidad de Coronel, organizan, como todos los años, el Encuentro de Escritores y Poetas en nuestra zona. Estos encuentros tienen como finalidad acercar la cultura y fomentar vel diálogo con destacados escritores.


Como siempre, nuestro Liceo da acogida a la cultura y esta vez no sería la excepción. Un miembro del Directorio de Cepas, don Benjamín Chau, acompañó a los dos escritores que vinieron a compartir parte de sus experiencias y escritos. El poeta Guillermo Rivera y la poetisa Catherine Alanis, viajaron desde Valparaiso para entregarnos un poco de su arte.

Alumnos de primer año participaron activamente y fomentaron el diálogo con sus inquietudes y preguntas a los escritores. Los jóvenes que trabajan en el Taller de Literatura "Invisible", también asediaron a dichos escritores y compartieron parte de su experiencia en el taller.

martes, 25 de septiembre de 2007


Un grupo de jóvenes pertenecientes al Taller Literario "Invisible" se aprontan a develar los secretos de la obra juvenil "Pasiones y Soponcios".

Los cinco jóvenes actores pertenecen al Primer año "C" del Liceo Yobilo A - 82, ellos son:

Brian Miranda

Luis Ramírez

Katherine Robles

Katherine Tordecilla

Grey Muñoz



Felicidades y suerte a estos nuevos Benjamín Vicuña y Maria Elena Sweet.


OJO: Pronto tendremos más noticias de esta sensacional obra.

Por un desafío


A sus dieciséis años de edad, Andrea era muy valiente, pues todas sus amigas y amigos le tenían miedo simplemente a todo. Ella a pesar de todo los hermanos que tenía, que por lo demás eran ocho, nunca se acomplejó por nada y quizás eso hizo la diferencia.
Un día esta joven niña fue sorprendida por sus amigos, los cuales le propusieron un desafío, tras lo cual le prometieron que luego sería la líder y la más respetada del grupo.
Sus amigos pensaron por un rato y decidieron por fin, que: iría a pasar una noche y un día en el abandonado cementerio del lugar; pero para estar allí sólo debía llevar una linterna, dos pilas extras, un pan, dos frutas y toda el agua que quisiera llevar. Con esto debía sobrevivir las 24 horas.
La niña sin ningún problema aceptó. Les dijo algunas mentiras a sus padres con la ayuda de una amiga y la madre de ésta. El día sábado 11 de agosto a la una de la tarde partió como estaba presupuestado. Al llegar allá, Andrea no sintió miedo, además, sus amigos la esperaban allá para que no se sintiera tan sola.
Cuando dieron las ocho de la tarde sus amigos Pablo, Felipe y Juan se iban a sus casa, pues ya era tarde para estar ahí, pero se comprometieron de ir a buscarla al otro día a la una de la tarde en el mismo lugar donde la dejaron.
Andrea comenzó a caminar para buscar un sitio en donde dormir y en ese entonces encontró un gran sepulcro en el cual se refugió entre unos pasillos.
Llegadas las doce de la noche una campana sonó y despertó a esta niña que de un salto se paró, prendió la linterna y miró, no oyó nada, hasta que algo le rozó la espalda. Cuando miró atrás había una silueta de una pequeña niña, era de un color verde y no tenía sombra alguna. Se quedó mirando aterrorizada, de pronto muchas más de aquellas imágenes la comenzaron a rodear solamente a ella. No sabía que hacer ni que pensar; además, eran ilustraciones de todos los tamaños y parecían de toda edad. Aunque aterrorizada por lo sucedido Andrea se dio cuenta que la miraban con cariño y no la querían dejar.
De pronto, algo cerró la reja, era otra silueta. Con esto la niña se dio cuenta que jamás la dejarían ir.
Transcurridas unas horas las pilas de la linterna se comenzaron a agotar, disminuyendo la luz que hacía más tétrica la situación. Ella sólo quería estar viviendo una pesadilla y despertar acostada en su cama.
El otro día llegó y esperanzada al ver al luz del fondo del pasillo, intentó huir, pero le fue imposible zafarse de los espíritus que con ella estaban.
Andrea tenía mucho miedo, hambre, sed y frío, pero aún guardaba una esperanza “sus amigos”, ellos debían ir por ella a la una, como lo habían acordado.
No se sabe lo que ocurrió con ellos, pero Andrea no los volvió a ver y triste creyó que todos se habían olvidado de ella. No llegaron ese día, ni al otro, ni al siguiente, cada día le parecía una eternidad y cada noche era un tormento. Pasaron semanas y semanas para ella y nadie aparecía.

La verdad es que pasaron dos semanas y media, desde el día de la apuesta y no pudiendo resistir, Andrea falleció, convirtiéndose en una más de los habitantes de ese lugar.

Hace tres años se halló un esqueleto y aunque sólo eran huesos se presume que pertenecían a Andrea. Todos suponen la causa de su muerte; unos dicen que fue por hambre, otros de frío, de pena, sed o miedo; pero en realidad, sólo Andrea sabe el motivo de su muerte.
Cuentan que el día 11 de cada mes ella sale de ese lugar y recorre diferentes sectores de Coronel, aunque esté ya modernizado y dicen que busca a Pablo, Felipe y Juan. Curiosamente los 11 ó 12 de cada mes se desaparece un hombre y lo que lo hace más sorprendente es que lleva el nombre de alguno de ellos.
Si usted conoce a alguien que lleve alguno de los nombres y quiere seguir viviendo, no se acerque a ellos este sábado 11 de agosto, pues dicen que Andrea y sus amigos verdes atraparán a las personas que lleven cuyos nombres y a quienes los acompañen, y que, no hagan compromisos para el domingo 12...






Yesenia Cisterna

Las Praderas Embrujadas


Todo comienza un día cualquiera, donde unos amigos salieron de vacaciones al campo “Las Praderas”. Juan, Diego y Pablo fueron a las casas de hospedaje, donde se quedarían durante dos meses.
El valor del arriendo de la casa no era tan barato, pero se había preparado todo el año. Donde José Enríquez que era el dueño de la casa, les dijo que tuvieran mucho cuidado, ya que, la dueña de “Las Praderas” se había muerto hace mucho tiempo, y ella, antes de morir dijo: “Si alguien se mete a Las Praderas morirá por mis propias manos”. Entonces don José le advirtió a los tres muchachos, que no se metieran en las tres praderas. Los jóvenes se largaron a reír y le hicieron burlas a don Enríquez.
Juan tenía 17 años y era el menor de los amigos, sólo le quedaba un año ara salir de la enseñanza media; en cambio, Diego tenía 22 y sólo llegó asta octavo, porque no le gustaba estudiar. Pablo estaba en la Universidad, le quedaban dos años para salir titulado de Psicología.
Los tres amigos sin hacer caso a don José fueron a Las Praderas. No leyeron el letrero que decía: “Advertencia: No acercarse”. Al llegar a la casa de la reciente difunta, escucharon gritos de auxilio, al oírlos salieron corriendo.
Los jóvenes al retornar al hospedaje, no encontraron al dueño de casa, ni tampoco a alguno de los residentes. Al pasar algunas horas llega don Enríquez con todos los clientes, y les dice a los jóvenes: “Les dije que no se metieran a las Praderas, y su castigo será la muerte”. Ellos con mucho terror salieron arrancando al auto y se fueron de ese lugar. A la mitad del camino tuvieron un accidente que produjo la explosión del vehículo y por consiguiente la muerte de los jóvenes.
Esto pasó en la vida real, el 21 de agosto de 2001 y dicen que si tú vas a las Praderas ese día podrás ver a los tres amigos, los clientes, don Enríquez y la dueña de las Praderas.

FIN






Brian Miranda

La Cabaña del Diablo


En un campo llamado “Blood” vivían dos hermanos, la mujer se llamaba Alicia y su hermano menor Gerard. Ellos vivían solo, porque su madre murió al ser atacada, sin razón alguna, por un gran cuervo, le saco los ojos y comió la lengua de la forma más sangrienta y repugnante.
En aquel tiempo Gerard solo tenía diez años y vio la cruel escena en donde su madre muere sin defenderse, Gerard traumado decide tragarse todas sus palabras y llanto, el se devuelve a su casa y no dice nada de lo sucedido a nadie. Claro que Alicia de dieciséis años no tardaría en darse cuenta que su madre no aparecía, muy extrañada va donde su hermano y le pregunta por su madre, el no dice nada. Alicia deja pasar unos segundos y vuelve a preguntar, Gerard no dice nada, estaba totalmente mudo. Alicia muy asustada sale corriendo de la casa y empieza a buscar a su madre, la estuvo buscando por más de tres horas. Rendida se devuelve a su casa, por un camino que no acostumbraba recorrer, Alicia en ese momento recuerda que su hermano menor estaba solo en casa así que trata de apresurarse. Unos minutos antes de llegar a casa, se da cuenta que hay unos pájaros muy feos comiendo algo, Alicia muy curiosa se dirige hacia el lugar y ve el cuerpo de su madre totalmente despedazado, ella muy asustada manda un grito tan fuerte, que todos los cuervos vuelan haciendo un tenebroso ruido.
Han pasado diez años desde que ocurrió ese cruel encuentro.
Alicia ha ido aprendiendo a superar ese trauma y a vivir con el dolor, pero Gerard ahora hecho un hombre de veinte años no ha podido aceptar la muerte de su madre, tanto así que ha empezado a drogarse.
Un día ya harta de los comentarios negativos de Gerard y la forma constante en que se drogaba Alicia le grita y dice que tiene que enfrentar la situación y que nunca podrá olvidar aquel momento con un montón de pastilla para drogarse, Gerard responde: “no enfrentaría la escena aunque me pagaras, este campo esta lleno de esos malditos pájaros que aun nos rodean y me recuerdan a nuestra madre siendo atacada ¡este lugar esta lleno de brujas las cuales nos maldicen cada vez que salimos de esta cabaña¡ hermana, no soy buen poeta para explicarte mis sentimientos, mas bien soy un criminal… pude haber salvado a nuestra madre ¡y no lo hice¡ Así que dame tu veneno, dame todas tus píldoras y dame todos tus corazones desesperanzados y hazme enfermar”. Alicia llorando le grita que él esta enfermo mentalmente y que iba a predicar para que él se recuperara y si no puede hacerle cambiar tendría que matarlo, Gerard dice: “¿es eso lo que quieres? Entonces dispara a voluntad, predica lo que quieras, pero ¡quien va a salvarme! Tengo un arma en el libro que me diste, ¡ALELUYA! Eso es lo que quieres que grite, pues ya lo hice y no e cambiado de actitud, así que ve por el arma y aprieta el gatillo ¡y mátame!
Alicia totalmente confundida va por el arma, la lleva donde está su hermano y le dice: “¡no somos mortales! Pero vivimos en soledad, e intentado ser alegre, esta noche, esta noche caeré en el agujero mas profundo pero antes moriré” Gerard: “¿morirás?”
Suena un disparo… Gerard cierra sus ojos se tira al suelo y comienza a llorar. Pasan unos minutos, se escucha el sonar de la puerta, Gerard totalmente desconsolado habré la puerta, entran unas extrañas señoras, rodean el cadáver ensangrentado de Alicia y empiezan a decir unas extrañas palabras. Gerard no comprendía que sucedía, y muy asustado comienza a preguntar quienes eran y que hacían aquí, una de ellas sale del tenebroso círculo y le dice a Gerard que todas ellas eran hija del diablo o más bien del gran cuervo que mato a su madre, y que venían en busca del cuerpo de Alicia, Gerard se desespera e intenta matar a aquella extraña señora, pero de la nada aparece el cuervo, entierra su afilado pico en el corazón de Gerard y se lo comienza a comer, Gerard muere instantáneamente.
Nadie sabe que fue lo que luego sucedió, sólo saben que aquella casa es gobernada por el diablo y sus malévolas hijas.
Kely Arredondo

lunes, 24 de septiembre de 2007

Taller Invisible y el teatro

Durante este semestre, el taller se encuentra trabajando en una obra dramática juvenil muy vertiginosa y divertida llamada "Pasiones y Soponcios". Los alumnos del Primer año del Liceo Yobilo A - 82 se encuentran en un período de preparación del personaje, pues se viene el casting para la asignación de los roles.
Te invitamos a seguir de cerca esta lúdica obra juvenil, un saludo a todos...

Invisible

viernes, 14 de septiembre de 2007

La historia de Kida (W. Elric)



Ya habían pasado dos semanas desde la muerte de Jinta. Kida visitó su tumba y se quedó un día llorando ahí. No se podía explicar por qué le habían sacado el corazón. Recordaba ese día, cuando lo habían pillado en el bosque, al lado de un árbol gigante. La policía buscó al asesino, pero cerraron el caso por no tener pistas.
– Hija, debes olvidar, - se le acercó la madre- deja quedarme en tu casa, no es bueno que estés sola.
– ¡No! - gritó Kida- ¡Nadie me puede ayudar!

Salió corriendo al bosque, se sentó al lado del árbol donde había muerto su novio. Empezó a llover y se durmió.
Vio a un hombre. Andaba con un sombrero de punta inclinado a derecha, vestía un abrigo negro que llegaba hasta el suelo. Sus ojos eran inexpresivos y el pelo le llegaba a los hombros, ambos negros. Su piel era blanca.
– Ya has cambiado. Desentierra lo que está a tu lado - le dijo.

Kida despertó, su sueño había sido tan real que decidió cavar la tierra húmeda. Quedó completamente perpleja ¡Era la espada de Jinta! Leyó la escritura de la hoja “tu muerte no vale nada, si no es por venganza”. Realmente era de él.
Pasó un mes y ella seguía soñando con el hombre y lo único que le decía era : “Nadie fue”, y se despertaba.

Una noche iba caminando por una calle y escuchó hablar a una pareja:
– Ese Dee, jamás cambiará de ropa, ¡Ni el negro!
– Hasta su pelo y sus ojos son negros – le dijo el señor.
– ¿Quién es ese tal Dee? - Interrumpió Kida.
– Él es un mago. - Respondió la mujer.
– Yo creía que ya no existían.
– Es el último de este país. - Apuntó el hombre.
– ¿Cómo lo conocen?
– Pues, hace un mes, llegó ensangrentado y nosotros lo alojamos en nuestra casa, él se bañó y yo le lavé la ropa. Mi esposo desconfiaba de él, creía que era un asesino, pero Dee nos convenció que no lo era y nos contó que era un mago.
– ¿Por qué te interesas tanto por él? - Preguntó el hombre.
– Es que desde la muerte de mi novio, él se me aparece y lo único que me dice es: “Nadie fue” ¡Ni siquiera sabía que existía!
– Algo sabe de ti o de tu novio. - Le dijo el hombre.
– ¿Dónde está?
– Nos llegó un comentario de que está en la “Marca de Sangre”, un bar. Queda a cinco cuadras de aquí.
Kida se fue corriendo.

– Lo que llevaba en su espalda. ¿Era una espada querido?
– Sí.

Estaba agitada, había llegado a la “Marca de Sangre”. No había luz, sólo un pequeño farol arriba de la puerta; la abrió. Habían solamente hombres. Algunos bebían, discutían y dormían. Kida se acercó al mesón. Un hombre servía ron.

– ¡Oye! ¿Has visto a alguien de negro?
– ¿Qué haces aquí niña? ¿Buscando a tu novio?
– ¡Qué te importa si es o no mi novio!
– Vete de aquí antes que tengas problemas.
– ¿Viste a alguien de negro? Insistió Kida.
– Pidió no ser molestado.

Corrió a otra puerta y entró. El barman lo siguió. Kida entró a un cuarto, no había nadie. Miró por la ventana que estaba abierta. Daba al bosque. Saltó. El hombre la vio correr y volvió a su trabajo.
Se dirigió al árbol donde había muerto Jinta. No había nadie.
– No quiero volver a casa – Se dijo.
Trepó el árbol y se sentó en una rama gruesa. Se durmió y oño.

– Nadie fue.
– ¡De qué!.- por fin pudo hablar Kida.
– Despierta- le dijo el mago.

Kida despertó, estaba botada en el suelo. La espada estaba botada a su lado. Vio una sombra y se levantó tomándola
– ¡¡Dee!!
Volteó y la miró de frente.
– ¡Así que eres tú quien perturba mis sueños!
– Antes eras pasiva, ahora estás desquiciada.
– ¿Cómo puedo seguir siéndolo? ¡Tú mataste a Jinta y le quitaste el corazón!
– ¿No encontrar al asesino te ha llevado a creer que soy yo?
– ¡Tú llegaste hace un mes a una calle, ensangrentado!, es obvio que eres tú.
– En tu conclusión, sólo hay una parte de verdad.
– ¿Cuál?
– Jinta me pidió que le diera alguna pócima para poder amar a una sola persona, pero no se la di. Él amaba a otra persona, aparte de ti.
– ¡¡Qué!! ¡mentira! –gritó, le puso la espada en el cuello y lo empujó al tronco.
– No te quería dañar –continuó pasivo –así que decidió matarse, ¡nadie fue!
Kida se enfureció y le hizo un corte en el cuello de Dee.
– ¿Por qué mientes?- le gritó más fuerte.
– Yo no miento –seguía igual de pasivo – un día antes de morir, me pidió que le sacara el corazón y te lo entregara.
– ¿Dónde está?
Dee extendió la mano izquierda y la movió a un lado, la tierra se juntó en un lugar y se desenterró un baúl.
Kida dudó un rato y luego se agachó. Estaba impaciente. Abrió el baúl y ahí estaba el corazón de Jinta, palpitaba despacio, al lado de él había una carta, leyó:
“un mito dice que al sacar el corazón de una persona, éste palpita has ta que lo encientra su amor, luego su palpitar se acaba. Compruébalo Kida”.
Kida se vuelta a mirar al mago, ya no estaba.
Ella enterró el corazón, una noche estrellad, cuando ya no palpitaba más. Conservó la carta. No soñó más con Dee y ella no lo buscó. Llevó a su madre a vivir con ella.






Dayanne Jara (W. Elric)

Mamá



Quisiera que en este instante estuvieras conmigo, claro es imposible porque tú estás muy lejos para alcanzarte; pero recuerdo con tanto cariño esos besos, caricias y esos consejos que con tanta alegría me diste cuando niña.
A pesar de todo te extraño bastante, anhelo sentir que tú estás viva.
Sé que es imposible, pero el recordarte me llena de felicidad, tú más que nadie me enseñó a valorar la vida y respetarla, luchar, salir adelante pese a las dificultades; pero tu apoyo incondicional tiene un valor inmenso para mí. Por eso, se dice madre hay una sola. Quizás en algún momento no te valoré, no soy perfecta, también me equivoco, pero tú siempre estás. Hoy le doy gracias a Dios por ser como soy.
Mamá sé que quizás no podrás leer estas palabras, pero te las escribo de todo corazón, pensando quizás en alguno de mis compañeros que tampoco tienen mamá.
Ojalá donde estés alcances la felicidad que te mereces.





Katherine Tordecilla

Palabras

I

El cielo las estrellas
un aire me llevó
sabía que era ella
y nunca me olvidó

II

Cuando me besan
no se quién es
siento que me abrazan
y me da estrés

III

Quisiera ser pensamiento
para estar dentro de ti
y hacer lo que
tú haces cuando estás lejos de mí





Jairo Ramos

Aún no vengas


El sonido de la muerte
es el que no quiero escuchar
creo que te veo
me siento mal
mi cuerpo tiembla
al pensar que cerca estás

Ahí vienes te veo
creo que vienes por mí
déjame en paz!
ya he sufrido bastante
siento martirio y delirio
al pensar que por mí estás

Déjame en paz
aún no quiero morir
pero si te das cuenta
mi alma ya lo está.





Kely Arredondo

La primavera y yo

Miro la mañana
y estoy maravillado
he visto que la primavera
ya ha llegado.

Me levanto de la cama
con un salto improvisto
y escucho como la mañana me dice
lo rápido que me visto.

Camino y camino
con rumbo hacia el liceo
mirando con agilidad las rosas
como un zorro culpeo.

Quedo tan maravillado
con este rocío de flores
que golpean sobre mi faz
como rosa cromática de muchos colores.

Después de las clases
camino hacia mi hogar
y ¡ay! de estas flores
que no las dejo de pensar.




Adrián Acuña

CREARTE en el Liceo Yobilo A - 82, poesía para todos




Anímate a leer

Sueños de amanecer


Te extraño como se extraña
La vida misma, como si faltase
Algo en mí y lo peor es que
Te amo y ni siquiera lo sabes
No lo demuestro ni lo digo

Y por dentro te anhelo como
Un bebé a su madre, ya que
Sólo en tus brazos me siento
Segura, quisiera besarte y
Olvidar quien soy, no me
Importaría donde me encontrase,
Porque contigo me sentiría completa.

Y no tendría nada más en que pensar
Sino en lo mucho que te amo
Como se sacia mi vida con el rocío
De tus labios, que no importa
El frío y oscuro tiempo que
Tuve que esperar, porque
Al fin estás a mi lado.




Rachel Huber

Presente y pasado en el recuerdo

Los días han pasado, ya nada es igual,

Las nubes corren y el tiempo cambia,
Las estrellas se esfuman y vuelven a aparecer,
El sol se va, pero siempre volverá.

Pero... Hay alguien que jamás regresará

Las lágrimas se hacen ríos y los recuerdos películas;
Tanto tiempo ha pasado y siempre queda el pasado
Presente como si fuera ese preciso momento,
El momento en el que estuviste con nosotros.

Risas, conversaciones,
Hubo mucho de eso y momentos inolvidables,
Sólo los recuerdos hundiéndose en un pasado alegre.

La tristeza llegó,
Un sentimiento inevitable,
Pasó lo precoz, lo inesperado...
Llantos se sintieron y risas se olvidaron.

Tu partida, tu viaje con un rumbo desconocido,
Al horizonte de un silencio
Pero de un canto que jamás cesará,
Del ruido, de la música que palpita en tu corazón.

El tiempo ha pasado,
Y vivirás siempre
Donde quiera que esté el primer rayo de sol
Y
en el último resplandor de la luna llena.




Sol Millán

Nuestro es el encanto (Marianne Rodríguez)



Mío, de mis caricias y mis besos
Tuya, de tus miradas y tu voz
Nuestro es el embrujo,
De la flor es la suave fragancia,
Mío, como mis insólitos pensamientos
Tuya, como fruta fresca
Que deslumbra con su sabor,
Ciertos, como el tiempo que pasa,
Íntimos, como el miedo
Que provoca el imaginar perderte;
Quiero que me abraces,
quiero sentir tu dulzura,
tu aroma, quiero sentir tu piel
que roza junto a la mía,
y sentir el placer inmenso
de este amor mutuo y recíproco,
dejemos las discusiones
y démonos el tiempo necesario
para disfrutar el amor;
ese amor que nunca
debió haberse perdido entre tu y yo;
paremos el tiempo ahora.
Y volvamos a reencontrarnos
Con esas simples cosas
Que nos hicieron en algún momento
La vida feliz.